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¿Qué tipo de tapicerías existen?
Las tapicerías son aquellos tejidos y materiales que cubren el mobiliario de descanso de hogares, oficinas y locales comerciales. Desde sillas, pasando por sofás hasta las butacas y tresillos, todos ellos incorporan un gran abanico de tapicerías.
De hecho, la presencia de este forro en cualquier silla o asiento lleva a que este tipo de tejidos acaben manchándose de forma común y habitual. Algo que lleva a que muchas personas necesiten consejos para limpiar estas superficies.
¿Qué tipo de materiales pueden tener las tapicerías?
Los materiales con los que pueden forrarse las sillas y sillones son de muchos tipos y naturalezas. Cada uno de estos materiales incorporan una serie de características que las hacen únicos y adecuados para un tipo de mueble o uso.
Los materiales con los que se tapiza el mobiliario son los siguientes:
- Algodón: este material, como en muchas otras ocasiones, es uno de los más recomendados y adecuados para las tapicerías. Uno de los motivos más destacados es su adaptabilidad y versatilidad, así como su precio más económico.
- Cretona: este tejido se ha convertido en uno de las más tradicionales y conocidos. Su origen está en Inglaterra, pero en el resto del mundo se ha constituido en el clásico para sofás, sillones, cortinas y colchas.
- Chenilla: este tipo de tejido se caracteriza por ser una mezcla de algodón, hilo y seda, en la mayor parte de ocasiones. No obstante puede contener otro tipo de materiales. Su suavidad al tacto es una de sus mejores propiedades.
- Tweed: con aspecto irregular y moteado, esta lana resulta uno de los tejidos más preciados para los tapizados de sofás.
- Toile de Jouy: esta tela se caracteriza por tener escenas campestres ilustradas en ella. Su característica más destacables es el tono delicado y elegante que le aporta a los dormitorios, pues su uso se centra en los cabeceros de cama.
- Terciopelo: este material sirve para tapizar sofás y sillones pues proporciona suavidad y calidez, tanto a la vista como al tacto.
- Damascos y brocados: al ser ricas, llamativas y suaves al tacto, este tipo de material se utiliza para destacar, tapizar y dar brillo a almohadones, por ejemplo.
- Poliéster, poliuretano, poliamida y acrílicos: fáciles de limpiar y resistentes.
- Microfibras: altamente resistentes a las manchas y muy sencillos de mantener, este tipo de tejidos se emplean para todo tipo de mobiliario. Muy recomendado para espacios con niños.
¿Cómo limpiar las tapicerías?
Los métodos para limpiar las tapicerías son muy diversos y, sobre todo, dependen del tipo de tejido y material del que esté constituido dicha tapicería. A continuación les comentaremos los métodos más utilizados y más cómodos de limpieza.
Para que sea más sencillo y esté mejor dividido, les iremos explicando los métodos en función del mobiliario. Es decir, los dividiremos en sofás, sillas, butacas de oficina y bancos de salas de espera.
Cómo limpiar la tapicería de un sofá
Limpieza de fundas de sofá extraíbles
Si el sofá dispone de unas fundas extraíbles, estamos de suerte. El proceso de limpieza será mucho más sencillo y práctico. Al fin y al cabo únicamente hace falta extraer las fundas de la manera que sea posible, seguir los pasos para el lavado e introducirlas en la lavadora.
De forma habitual, este tipo de tejidos quedan mucho mejor con un lavado en frío o en agua templada y un secado al aire libre, sin secadoras. El tejido quedará mucho más maleable y elástico si además se planchan, algo que será de agradecer cuando se tengan que volver a montar.
Limpieza de fundas de sofá no extraíbles
Si las fundas del sofá no son extraíbles, la limpieza es posible de todas formas. Siempre será un poco más laborioso, pero no por ello imposible.
En primer lugar se debe tomar un trapo de algodón humedecido en un producto especial para maderas o materiales de hogar. Este trapo se aplicará sobre las patas y las partes que no tengan tejido del sofá.
Una vez esto esté listo, se debe proseguir con el aspirado de las fundas y almohadones. Siempre resulta mucho más cómodo aspirar el sofá con una boquilla de aspirador acabada en cepillo. Las máquinas actuales ofrecen estas boquillas de forma habitual. Cuando ya se hayan extraído los restos de polvo, migas o pelusas, se debe proseguir con la limpieza de las manchas.
Estas se deben rociar con un producto específico para los tejidos de los que está fabricada la tapicería del sofá. Con ello y un cepillo, las manchas suelen quitarse de forma muy sencilla. El final será también rociar el tapiz con un ambientador para darle buen aroma al sofá.
Cómo limpiar la tapicería de las sillas
Para la tapicería de las sillas recomendamos, en primer lugar, una aspiradora. Con ella podrás poner la base a la limpieza, que consiste en quitar todo tipo de pelusa, miga o resto de impureza del tejido.
Una vez hecho este paso, se debe proseguir con la limpieza mediante un producto específico para el tejido o incluso, si es en hogar, con bicarbonato, vinagre de alcohol, amoníaco o zumo de limón.
Todos estos productos se deben utilizar si las manchas no se quitan con facilidad. Siguiendo las instrucciones de uso del producto o bien dejando reposar durante unos minutos el resto, tras reducirlos con agua, es suficiente para que quede limpia la superficie.
Los tejidos se pueden exponer a la luz del sol si se desean unos resultados más efectivos, pues estos rayos activan la acción de, sobre todo, los productos naturales como el limón o el bicarbonato.
Cómo limpiar la tapicería de las butacas de oficina
El procedimiento a seguir con este tipo de mobiliario será el mismo que con los sofás.
Cómo limpiar la tapicería de los bancos o sillas de las salas de espera
El procedimiento a seguir con este tipo de mobiliario será el mismo que con los sofás.
La limpieza de tapicerías y tapices acabará siendo muy sencilla, económica y ligera.