El colegio ha finalizado y con ello, el material de clase se deja aparcado hasta septiembre. La mochila es uno de esos utensilios que durante los meses de verano quedará en un armario o cajón, descansando.
Antes de guardar la mochila, es importante limpiarla y arreglar cualquier posible desperfecto que haya sufrido durante los meses lectivos. De esta forma, cuando los niños y jóvenes vuelvan a la normalidad no hará falta preocuparse por ella y estará como nueva.
En el siguiente artículo, Megaservice os facilita algunos consejos con los que podréis arreglar y limpiar las mochilas de vuestros hijos e incluso las vuestras. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Información
Mochilas de colegio, de montaña o de trabajo: cómo limpiarlas
Entendemos que una mochila puede tener diversos usos y no sólo el destinado a clases o a docencia. Por ello, sus usuarios pueden ser tanto niños como jóvenes y adultos. Así pues, en este punto hemos querido ampliar la etiqueta y hablar de la limpieza de cualquier tipo de mochila, sea cual sea su uso.
Por ello, debemos mencionar un matiz importante: antes de entrar en materia, es relevante leer la etiqueta del utensilio. En ella, encontraremos las condiciones de lavado recomendadas por el fabricante que irán relacionadas con el tejido y material de fabricación de la mochila.
Dicho esto, Megaservice recomienda los siguientes pasos para llevar a cabo la limpieza de una mochila:
Vacía la mochila por completo antes de empezar a lavarla
Antes de empezar con la limpieza, es importante vaciar por completo la mochila. Despojarla de cualquier objeto o utensilio no solo facilitará el lavado, también evitará que estos se estropeen o no se puedan volver a utilizar.
Cose y arregla cualquier desperfecto que pueda tener la mochila
Con el uso, las mochilas pueden sufrir roturas, quemaduras, desgastes e incluso sus cremalleras pueden no cerrar del todo bien. Por este motivo y para evitar que la tela coja formas extrañas que complicarán los posibles arreglos en el futuro, es preferible arreglar cualquier desperfecto antes de lavar la mochila.
Coser los bolsillos que se hayan podido perforar, poner algún parche en alguna raja o desgaste o cambiar la cremallera estropeada por una nueva están dentro de los arreglos más comunes.
Localiza las manchas más difíciles y trátalas antes del lavado
Las manchas de grasa, pintura, tinta o cualquier otro material orgánico o químico son frecuentes en la parte tanto exterior como interior de las mochilas. Sobre todo en aquellas destinadas a un uso en oficina o colegio. En el caso de las mochilas de montaña, es posible que las manchas sean de fluidos del campo, de tierra o barro, de flores o frutas e incluso de comida.
Sea cual sea la mancha, es recomendable aplicar directamente sobre ella y antes del lavado un producto desengrasante o quitamanchas y frotarla con un estropajo o cepillo. También se recomienda hacer el mismo paso con bicarbonato y vinagre de limpieza. Ambas opciones permiten que la mancha se suavice y sea más fácil de quitar con el lavado final.
Limpia la mochila a mano o a lavadora
Como ya hemos mencionado anteriormente, este paso es necesario consultarlo en la etiqueta del fabricante de la mochila. No todas las telas se pueden poner en la lavadora. Una vez aclarado, hay que limpiar la mochila como mejor le convenga.
El último paso sería secar la mochila al aire libre, aprovechando los rayos de sol, o con secadora. Esta última opción también debería analizarse con la etiqueta del fabricante. Como resultado, ¡la mochila quedará como nueva!